Realmente como nos cambia la vida cuando nos convertimos en mamás ¿no?

Yo me acuerdo de mi época universitaria, cuando un sábado o un domingo podía dormir hasta las 11 o 12 del día y el sueño en mi casa se respetaba.

Hoy en día esos son solo lindos recuerdos y es que cuando tenemos hijos, el sueño también es un aspecto muy importante en el cual nuestra vida cambia, ahora nosotras mismas no dictamos nuestros horarios sino son nuestros hijos quienes lo hacen y todo es muy fluctuante, entre que si están enfermos, desvelados porque se nos escapó una siesta y se quedaron privados en el carro o porque quieren dormir con nosotras. Entre patadas y 360’s en la cama dormimos realmente pésimo.

Ojo que cuando vas a tener hijos esto nadie te lo cuenta, o tal vez si te dijeron “duerme todo lo que puedas, ya que una vez que nazca el bebe no vas a poder” pero nosotras no sabemos lo que es, hasta que realmente lo vivimos.

El sueño es importantísimo para todo ser humano y ¡las mujeres cuando no dormimos nos volvemos locas! o ¿soy la única?

La semana pasada tuve un fin de semana intenso entre fiebres y mocos, de esos

 en los que duermes 3 horas en la noche.

Yo soy de esas personas que necesitan dormir 7 a 8 horas para poder estar operativa al día siguiente y recuperarme ya que no me sentía bien. Así que con la ayuda de mi esposo pude dormir un par de  horas en la tarde. Sin embargo, a pesar de que mi esposo me ayudó con los chicos, pareciera que ellos no entendieron nunca que: “mami duerme y no deben despertarla”.

Durante esas casi dos horas, mis hijos se acercaron a mi cama, por los menos 6 veces para hacer preguntas como si yo estuviera despierta: “mami puedo comer

galletas de animalitos?”, “mira el dibujo que hice”, “¿dónde está el cuaderno x?.

Hasta que Alessandro subió a la cama y me dice al oído “nosotros no hacemos siestas mami ya somos grandes” solo pude reírme y pensar hoy los acuesto mas temprano esto es ¡misión imposible!

Con respecto a ser mamá y al sueño, he tenido varias etapas y finalmente ahora me encuentro en una mas relajada (Gracias a Dios). Les juro que ya me tocaba.

Al principio cuando tenemos un recién nacido no dormimos mas de 4 horas de corrido y eso que con los cinco sentidos súper alertas, lo cual no nos deja descansar realmente, luego llegamos a la etapa del año o año y medio y ya duermen de corrido que alivio ¿no? y resulta que viene el segundo, justo cuando le agradecías al universo y empiezas de cero. Realmente no me quiero ni acordar de esa etapa porque yo hoy en día vivo otra. Mis gordos tienen 6 y 4 y vivo la etapa en la cual yo puedo manejar el horario de mis hijos para que así este equipo que somos ellos y yo, podamos descansar un poquito mas.

Por eso les tengo unos tips que les pueden servir mucho:

1. La hora de dormir es la hora de dormir: ¡Sí! aquí no hay treguas, ellos tienen que  saber que a las 8 de la noche se dejan los juguetes o se apaga la tele, nos vamos a lavar los dientes y directo a la cama. Si hacemos de esto una rutina, no habrán problemas. Los niños necesitan de rutinas para facilitarles la adaptación al mundo (mi siguiente post será acerca de las rutinas) si nosotros los acostamos a una hora prudente ellos van a descansar lo suficiente como para al día siguiente estar con las pilas recargadas para su desempeño escolar. Debo confesar que en mi caso, a veces llega su papá o pasa algo en especial y negociamos de 5 a 10 minutos, ¡no mas!

2. El baño: Bañarlos antes de dormir los relaja bastante y los deja en un estado en el cual les aflora el agotamiento y como parte de su rutina saben que el baño es la ultima actividad del día y para ellos saber que es lo que viene después los regula mucho y les baja la ansiedad.

3. Enseñémosles a respetar que su cama es su cama y la mía es la mía: Es decir, en la cama de mami vemos tele y pasamos el rato pero la cama de mamá no es para dormir. Yo acostumbré a mis chiquititos desde recién nacidos a dormir en su cuna por lo cual sufro menos de pasadas a dormir a mi cama para que mi esposo y yo podamos dormir bien, salvo que estén enfermos.

4. Los niños son niños lo regular es que se despierten entre las 6 y las 8: En este punto nada podemos hacer con respecto a los chicos, lo tenemos que hacer con respecto a nosotros. Los chicos crecen rápido llegará mas pronto que tarde el momento en que los tengamos que levantar con pleito para ir al cole o para que desayunen con nosotros. En la vida todo son etapas y esta es una de esas. Aprovechémosla. En lo personal yo me volví deportista al tener hijos, ya que desde temprano mi vida me demandaba estar despierta y mis días empezaban a las 6 am y así como empiezan les cuento que terminan, a las 9:00 pm ya no jalo mas.

5. Si tienes una reunión planificada ya sea un matrimonio, cumpleaños o demás, “pide refuerzos” y esto lo aprendí de una de mis mejores amigas, se llama Layla y nunca fue muy fan de las nanas, ella siempre solucionaba todo sola y es que ella tenia clarísimo que nadie lo hacia mejor que ella. Cada vez que ella tenia que salir porque por mas que no nos provoca, muchas veces hay eventos a los que tenemos que asistir. Ella se organizaba con anticipación y mandaba a la bebe donde su mamá o su papá, pasaba por ella muy temprano y la llevaba de paseo. Brillante realmente, porque así ella podía descansar unas horas más y regresaba la bebe y la encontraba como nueva, perfecta para dedicarse a ella nuevamente con amor y paciencia.

6. Las actividades son súper importantes: ¿Nunca han escuchado que a los chicos hay que cansarlos? ¡Es totalmente cierto! Los niños tienen mucha energía contenida que necesitan soltar, es obvio que unos mas que otros y puedo dar fe de que los míos están desbordados de energía. Tratemos de meterlos en clases de natación, futbol, básquet, volley, ballet etc.

Actividades que requieran de moverse, saltar y correr. Es muy probable que regresen a casa tan cansados, que luego del baño caigan rendidos sin mayor esfuerzo, ni pleito de nuestra parte para la hora de ir a dormir.

7. Evitar comidas y bebidas fuertes o estimulantes: Las comidas pesadas hacen que el aparato digestivo trabaje mas tiempo y se convierta en una dificultad mas para dormir. Se recomiendan 2 horas entre el lonche y la cama. También tenemos que evitar gaseosas y golosinas por su alto contenido en azúcares y cafeína, que no hacen mas que acelerar mas los chicos.

Creo que tenemos que darnos cuenta de que hay días malos y buenos con respecto a los niños y el sueño. Todo es muy variable, finalmente debemos tener claro y saber que esto, tarde o temprano, pasará, que aunque nuestro caso sea quizá algo exagerado, no tiene gran importancia y es normal, ni más ni menos que lo que han pasado millones de mamás antes que nosotras. Si hay algo completamente cierto es que la infancia de nuestros hijos pasa rapidísimo y si no hablo mucho del sueño con respecto a los recién nacidos es porque ya lo olvidé. “Todo pasa” y cuando menos lo esperemos, todos estaremos durmiendo mejor.

Mientras tanto, mucho café para el que lo tolere, en mi caso Instagram es mi gran compañero en noches de desvelo al cuidar el sueño de mis gordos. El secreto está en encontrar soluciones, pedir apoyo y saber que ya pasará. Al final nuestros hijos lo valoran y lo retribuyen con su eterno e incondicional amor.

#FitLifeMom by Vanessa Barrios.